Un poco de humo para el día de hoy.

Estoy fumando más que nunca dada la desesperación presentada por el fin de las vacaciones, del verano y porque ya no soporto más no conseguir las respuestas necesarias para tomar las riendas y frenar con todo esto.
Estoy fumando más que nunca porque no me soporto. Ni soporto mis falsos cambios de humor ni mis bien ocultas inseguridades.
Estoy fumando más que nunca, probablemente para consumirme. Para que poco a poco vaya desapareciendo. Primero quemándome con fuego, después apagándome y finalmente enfriándome y convirtiéndome en una ceniza, una colilla desfigurada ya sin dignidad.
Basta de jugar con fuego Malena, sabemos que te gusta quemarte... pero el fuego se te acaba y terminás siendo un polvo gris helado, abandonado y solo basta con un soplido mal intencionado (o incluso accidental) para ser una simple partícula despedida en el aire. Todos sabemos que no te gusta ser insignificante, ni ignorada... Justamente, por eso. Deja de jugar con fuego.
Ahora que deje la tercera persona para expresar mediante metáforas sin forma esta estúpida carga pesada que llevo bien, bien adentro; me gustaría poder aceptar que estoy fumando más que nunca. Pero ni siquiera eso, ni siquiera estoy fumando porque odio asquerosamente el tabaco. Estoy fumando más que nunca en mi imaginacion, donde pienso que me relajo y calmo mis ansiedades, pero no.
Not even like that.

En otra de mis tardes grises y dubitativas, estaba navegando de blog en blog, de tweet en tweet, cuando encontre este pequeño "nosequé" en una entrada de blog...

Gerundio es un joven dispuesto a modificar sus modos. A pesar de no haber vivido
un pasado simple, es la primera persona en ir en búsqueda de un futuro perfecto.
No obstante, la tarea se torna muy difícil. Si Gerundio hiciera o hiciese
amigos, le sería más fácil, pero la gente le teme por su carácter imperativo. Es
entonces cuando una mujer promete ayudarlo, mientras él se proponga ser más
amable. Esta amiga condicional poco a poco se enamora de Gerundio y le enseña
algo que él temía: AMAR Y PARTIR.

Me causo gracia y se lo mostre a una amiga, a la cual obviamente no le parecio chistoso ni lo entendio mucho. "Cada loco con su tema" me repeti a mi misma y segui buscando entradas para matar el tiempo.